miércoles, 26 de marzo de 2008

Una señal desde muy arriba


Justamente el último post que escribí fue acerca de los superhéroes, bueno, el mío, el de verdad. Disculpen que no haya podido escribir, pero es que he andado del tingo al tango, los proyectos aqui polulan, y se reproducen como gremlins.

Es título de este post hace referencia a lo que viví hace poco, pues justamente a inicios de este mes fue un aniversario luctuoso más de mi abuelo, ya saben, misa en su memoria, y después trasladarse a la casa donde vivimos muchas aventuras juntos, la verdad tenía mucho que no entraba a ella, creo que mis primos tenían un sentimiento similar al mío, ¿seguirá aqui la magia? ¿podremos pasarnosla igual de bien que como cuando estaban mis abuelos?, esa duda se despejó cuando entramos, el aire era de recuerdo, ver todo como ellos lo dejaron fue la señal que nos decía "No se preocupen, hoy sigue vive la magia".

Después de un tiempo se acerca un hermano de mi madre, para el caso lo llamaremos Tío, con una caja, y nos dijo "esto es para ustedes", así que la abrió y comenzó a sacar varias chunches, fue repartiendo todo a mis primos, solo decía "a ellos les hubiera gustado que lo tuvieras", así todos fueron recibiendo algo, y mi mirada cada ves se tornaba más intrigada, ¿que me tocará a mi?, ¿que habrá para mi?, ¿Habrá algo de ellos que se identifique conmigo?, pero vamos, tenía la tranquilidad de que desde antes de su partida, mi abuelo me dijo "se que te gustan mis sombreros, sobre todo el de charro, quiero que tu guardes toda mi colección", así que mi sentimiento nunca se confundió con el de la frustración, solo era eso, INTRIGA.

De pronto mi tío cierra la caja y dice "se acabó", me quedé helado, no se aún porque, pero así fue, de repente al regresar de dejar la caja en la basura, se acerca al escritorio de mi abuelo y saca un folder, se acerca a mi, comencé a respirar, sabía que era para mi, ya todos mis primos tenían su "recuerdo", asi que todas las miradas se posaron en mí, todo mundo sabía que en el interior del folder había algo para mi.

En el post pasado hablaba de lo que uno deja a los seres con los que convive, como una finalidad en la vida, como dejar una semilla en alguna otra persona, algo que haga que la gente se acuerde de ti. Y ese día lo sentí.

Mi tio se para frente a mi, y me dijo, "él siempre te admiró, y después de mucho buscar y tratar de conseguirlo, lo logró, era una de las cosas que más disfrutaba", me quedé helado, tomé el folder, lo abrí, y comencé a leer, no pude evitarlo, los ojos se me cristalizaron, era una felicidad indescriptible. Dentro del folder se encuentra (porque sigue en mismo folder, pero ahora está en un lugar especial de mi departamento) el discurso que dí cuando se re-inauguró la alberca de Cruz Azul, y donde agradecía, a nombre de todos los deportistas destacados de La Cruz Azul en ese entonces, las facilidades y el apoyo que la empresa tenía con nosotros. Y obvio, al final, también a mis abuelos, como parte importante de las figuras que tenía dentro de mi vida.

Ese día me di cuenta que no estoy tan perdido, que se que soy capaz de dejar algo en las personas, algo que ellos pueden disfrutar, y en ese caso presumir. A continuación les dejo una copia de aquel discurso, por si no me lo creen.

Así que la señal llegó, y desde muy arriba

No hay comentarios: