miércoles, 9 de julio de 2008

Un Alto

Al pensar en lo que he vivido estos años, en todas las esperanzas y sueños que tenía, llegue a la conclusión de que si la medida del éxito en la vida es que las cosas resulten como uno quería, algunos dirán que soy un fracasado.
Lo importante es no amargarse por las desilusiones de la vida. Debemos aprender a no quedarnos en el pasado, y darnos cuenta de que no todos los días serán lindos.
Cuando nos veamos perdidos en la oscuridad de la desesperación, recordemos que solo en la oscuridad de la noche podremos ver las estrellas, y ellas son las que nos guiarán de regreso a casa.
No tengamos miedo de equivocarnos y caer, porque en general las mejores recompensas vienen de hacer las cosas que más tememos.
Quiza obtengamos todo lo que deseamos.
Quizas obtengamos más de los que imaginamos.
¿Quién sabe a donde nos llevará la vida?
El camino es largo y al final el destino es el VIAJE.

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